sábado, 30 de julio de 2011

La alquimia del amor


Todos hemos oído hablar sobre la Química del Amor. Algunos utilizan el término para explicar la pasión o una atracción irresistible, otros lo emplean para describir escrupulosamente los componentes químicos que liberamos durante el amor. Yo sospecho que este concepto es casi un abuso del vocabulario que se ha extendido hasta convertirse en un lugar común. Pero coincido con la poesía, que con su ancestral sabiduría nos habla de la Alquimia del Amor.

Lo experimental siempre es un proceso estático, frío. Pero la alquimia, esa maravillosa y lunática aventura que tantos sabios emprendieron, es todo lo contrario. El fin del alquimista (la trasmutación) no es un cambio material en la esencia de los objetos, sino la mutación de su propio ser. Así funciona el amor: uno ama para trascenderse, para ser algo más que un ente especular. Uno se enamora con la vana fantasía de acariciar el interior de otra persona, y cuando ese amor es sincero no hay forma de que la magia no se produzca. Nosotros ya no seremos iguales, pues una parte de nuestra esencia ya no nos pertenece, y el otro, el amado, tampoco podrá permanecer inoculado ante ese amor que no espera nada para continuar floreciendo.

Por supuesto que también el amor tiene su espejo, un eco distorsionado que se va deformando con el tiempo. John Donne, ese grandioso y metafísico poeta inglés, nos anticipa un posible destino para los enamorados: esconder eternamente la tristeza bajo la mortaja del desprecio, sin permitir que olvidemos que los recuerdos más hermosos sólo mueren con las últimas lágrimas de un anciano.

Alquimia del Amor.
Love's Alchemy, John Donne (1572-1631)

Algunos que han excavado más profundo que yo
En las sórdidas cavernas del amor,
Dicen dónde se halla su céntrica felicidad.
He amado, he poseído, he contado,
Pero aunque amase, poseyese y contase hasta envejecer,
Aquel oculto misterio no hubiese encontrado.
¡Oh, todo es impostura!
Ningún alquimista ha conseguido el elixir,
Sin embargo con paciencia glorifica sus calderos,
Por si la casualidad
Le asalta con aromáticas medicinas,
Así sueñan los enamorados,
Con un deleite pleno y prolongado,
Para que esta triste y helada oscuridad
Se transforme en una noche de verano

¿Habremos de entregar nuestra paz, coraje, honor y vida
A esta burbuja de vanas sombras?
¿En esto termina el amor?
¿Puede ser alguien feliz representando la parodia del novio?
Aquel infeliz enamorado que jura
Que no es de ella la médula carnal lo que ama,
Sino su mente, donde angelicales formas encuentra,
También podría jurar con justicia que escucha
Durante el rumor del día el brillo de las estrellas.
No esperes encontrar compasión en la mujer,
Tal vez halles ingenio y ternura,
Sólo momias: cadáveres de la dulzura.


¿Qué es el amor?


Es una pregunta que nos podemos hacer a menudo y en la mayoría de ocasiones no hay respuesta para una pregunta tan complicada de que es el amor , creo que la respuesta está dentro de cada uno , ya que cada persona tiene su idea de amor , simplemente tiene que buscar en su interior esa respuesta.

Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas.

Por tanto para llegar a la respuesta lo único que debemos hacer es mirar en nuestro interior y encontrar lo que es el amor y lo que representa este para nosotros…

miércoles, 27 de julio de 2011

Luz para el camino

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite
encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: - ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves...
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...

- No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!

domingo, 24 de julio de 2011

AMOR (CON MAYUSCULA)



Un hombre bastante mayor buscó una Clínica para una cura en su mano herida,
manifestando mucho apuro porque llegaba tarde a
un compromiso muy muy importante que no podía esperar.

Mientras era tratado, el joven médico quiso saber el motivo de su prisa,
y él dijo que necesitaba ir a un asilo de mayores
a tomar el café de la mañana con su esposa que estaba internada hacía bastante tiempo..

Su esposa sufría del Mal de “Alzheimer” en estado bastante avanzado ...
Mientras terminaba la cura, el médico le dijo que ella
no se preocuparía por el hecho de llegar con retraso.

- “NO.. Dijo él.
Ella ya no sabe quién soy yo. Hace casi
cinco años ella ni me reconoce...”

Intrigado el médico le pregunta :
- “Pero, si ella ya no sabe quién es Ud. , por qué esa
necesidad de estar con ella todas las mañanas?”

El viejo sonrió,
dio una palmadita en la mano al médico y dijo: -
“Es verdad ... Ella no sabe quién soy yo, pero yo
se muy bien QUIEN ES ELLA... “

Mientras el viejo salía apurado, el joven médico sonreía
emocionado y pensaba:
“ Esta es la calidad de
Amor que me gustaría tener en la vida”

El Amor no se reduce al físico, al romanticismo ..
El verdadero amor es la Aceptación ,pase lo que pase y estés como estés.

DE TODO LO QUE EL OTRO ES ...
DE TODO LO QUE EL OTRO FUE ...
DE LO QUE SERÀ ...
DE LO QUE YA NO ES ...

domingo, 17 de julio de 2011

Pamela y Cristobal... una historia de amor

"Esta es la historia de un hermoso amor...
El... un hombre solo, aventurero y lleno de ganas... de simplemente vivir...
Ella... una mujer preciosa, procesando un cambio en su vida... sola, y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de simplemente ser feliz...
Ellos, se encontraron un día, el sol iluminaba aquel atardecer, fue un verano... una tarde como cualquiera...
El la atrajo con su encanto, y ella le cautivo con su simpatía...
Así comenzó la más hermosa historia de amor, pasaron los días, se buscaban...
El cada noche con una desesperación que no lograba comprender...
Ella, lo esperaba con ansias, sabía que llegaría a su encuentro, como cada día, como cada noche, empezaron a nacer frases hermosas... empezó a fluir el amor puro, sincero y sobre todo verdadero, porque aquí no había rostros, no había cuerpos, solo había palabras y sentimientos, y eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.
Ellos empezaron a enamorarse, de la forma más tierna y dulce, como aquella mujer...
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su simpleza, con su ternura, con su cariño.
El siguió el camino de la conquista... la protegía, la acompañaba, la hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía...
Ella empezó a amarlo... sintió que él era el hombre de su vida, que lo quería a su lado, para continuar su vida...
El, sentía que ella, su linda Pamela, era la mujer con quien deseaba compartir su mundo, que entre líos y dientes, ella sería la mejor compañía...
Ellos se dieron cuenta que se necesitaban, eran el uno para el otro, se estaban enamorando, y poco a poco lo más tierno...se estaban deseando...así llegó el amor a sus vidas...
Hoy aún están juntos, se están amando intensamente, se necesitan, se adoran , se profesan un amor inmenso, los sueños acompañan sus vidas, un futuro les aguarda, una casa...unos niños... que esperan por ellos, para que fundidos en aquella pasión sin limites...los engendren con el más puro sentimiento de amor…
Ellos... PAMELA Y CRISTOBAL viven sumidos en la alegría y la felicidad, bendecidos por la vida, por haberle ganado a la adversidad.
En esta historia... ganó EL AMOR...


viernes, 8 de julio de 2011

Los dos conjuros

Había una vez un rey que daba risa. Parecía casi de mentira, porque por mucho que dijera "haced esto" o "haced lo otro", nadie le obedecía. Y como además era un rey pacífico y justo que no quería ni castigar ni encerrar a nadie en la cárcel, resultó que no tenía nada de autoridad, y por eso dio a un gran mago el extraño encargo de conseguir una poción para que le obedecieran.
El anciano, el más sabio de los hombres del reino, inventó mil hechizos y otras tantas pociones; y aunque obtuvo resultados tan interesantes como un caracol luchador o una hormiga bailarina, no consiguió encontrar la forma de que nadie obedeciera al rey. Se enteró del problema un joven, que se presentó rápido en palacio, enviando a decir al rey que él tenía la solución.
El rey apareció al momento, ilusionado, y el recién llegado le entregó dos pequeños trozos de pergamino, escritos con una increíble tinta de muchos colores.
- Estos son los conjuros que he preparado para usted, alteza. Utilizad el primero antes de decir aquello que queráis que vuestros súbditos hagan, y el segundo cuando lo hayan terminado, de forma que una sonrisa os indique que siguen bajo vuestro poder. Hacedlo así, y el conjuro durará para siempre.
Todos estaban intrigados esperando oír los conjuros, el rey el que más. Antes de utilizarlos, los leyó varias veces para sí mismo, tratando de memorizarlos. Y entonces dijo, dirigiéndose a un sirviente que pasaba llevando un gran pavo entre sus brazos:
- Por favor, Apolonio, ven aquí y déjame ver ese estupendo pavo.
El bueno de Apolonio, sorprendido por la amabilidad del rey, a quien jamás había oído decir "por favor", se acercó, dejando al rey y a cuantos allí estaban sorprendidos de la eficacia del primer conjuro. El rey, tras mirar el pavo con poco interés, dijo:
- Gracias, Apolonio, puedes retirarte.
Y el sirviente se alejó sonriendo. ¡Había funcionado! y además, ¡Apolonio seguía bajo su poder, tal y como había dicho el extraño! El rey, agradecido, colmó al joven de riquezas, y éste decidió seguir su viaje.
Antes de marcharse, el anciano mago del reino se le acercó, preguntándole dónde había obtenido tan extraordinarios poderes mágicos, rogándole que los compartiera con él. Y el joven, que no era más que un inteligente profesor, le contó la verdad:
- Mi magia no reside en esos pergaminos sin valor que escribí al llegar aquí. La saqué de la escuela cuando era niño, cuando mi maestro repetía constantemente que educadamente y de buenas maneras, se podía conseguir todo. Y tenía razón. Tu buen rey sólo necesitaba buenos modales y algo de educación para conseguir todas las cosas justas que quería.
Y comprendiendo que tenía razón, aquella misma noche el mago se deshizo de todos sus aparatos y cachivaches mágicos, y los cambió por un buen libro de buenos modales, dispuesto a seguir educando a su brusco rey.

viernes, 1 de julio de 2011

Gestos

Los gestos son ese lenguaje oculto de nuestro subconsciente, ese deseo de salir de alguna situación que nos resulta tormentosa o aburrida, los gestos que el cuerpo insiste en manifestar aunque no queramos de forma consentida, demuestran incluso una advertencia, una decisión, una aceptación o un tajante rechazo de lo que nos expresan otros. Así como las caricias tienen un lenguaje afectivo impresionante, los gestos delatan estados de ánimo.