domingo, 15 de abril de 2012

Un loro de burdel

Una Señora quería comprar un loro. Va a la tienda de mascotas, y el joven que la atiende, le comenta que sólo tiene un loro, pero que éste había pertenecido a una señora, que tenía un BURDEL, por lo cual su vocabulario, no era del mejor, sino lo contrario, era altamente insolente. A la señora no le importó, y dijo que lo educaría nuevamente. Llega a su casa y destapa la jaula, y el loro comienza: ‘Nueva casa, nueva madame’. La señora suelta una carcajada, y espera ansiosa a que sus hijas lleguen de la escuela. Llegan las chicas y el loro al verlas dice: ‘Nueva casa, nueva madame, nuevas put…’ Las hijas no pueden contener la risa y esperan a que su padre, llegue para que vea al loro. Llega el papá a la hora de la comida y el Loro dice: ‘ Nueva casa, nueva madame, nuevas put.., pero los mismos clientes… ¡¡¡ Hola Evaristo. !!! ‘

jueves, 5 de abril de 2012

Decepción


La decepción es hija del apego.
La decepción se ramifica destruyendo nuestras aspiraciones, nuestros anhelos, haciéndonos comportar como niños caprichosos.
La decepción sintiéndose muy importante, sufre cuando no le dan gusto.

Se decepciona la frustración.
Se decepciona el orgullo.
Se decepciona la vanidad.
Se decepciona el infiel.

Muerta la decepción, la claridad de la vida. No somos tan importantes como creemos.
Muerta la decepción, la carga se aligera. La vida es igual para todos.
Muerta la decepción, muerto el deseo. Frescura al obrar.

Decepcionarse por algo, es clara muestra de que en nuestro interior cargamos el apego.
Decepcionarse y llorar por ello es manifestar deseos insatisfechos, es estar identificado.
Decepcionarse, es permitir que los egos dominen nuestra vida.