jueves, 23 de septiembre de 2010

Indiferencia

El padre del psicoanálisis, Freud decía que lo contrario del amor no era el odio sino la indiferencia, y el Sr. Freud tenía muchísima razón al aseverar tal cuestión. El amor y el odio son dos caras de una misma moneda, están tan juntitas que podemos pasar de un estado al otro sin darnos cuenta, en cambio la indiferencia, es fría como la hiel. Por eso cuando tenemos una pelea con alguien nos suelen aconsejar “mátalo con la indiferencia”.

¿Qué es la indiferencia? Una de las acepciones es “que no despierta interés o afecto”, en contraposición del odio nos dice “antipatía y aversión hacia alguna persona o cosa cuyo mal se desea”.
Claro está que no es que deseemos ser odiados, pero la indiferencia en algún lugar recóndito de nuestro corazón (o en la superficie, ¿por qué no?) duele más que el odio.

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