Supersticiones

Las personas son más susceptibles de tener supersticiones sobre aquellas cosas que les importan o preocupan y por tanto relacionadas con su modo de vida.
Por ejemplo un futbolista que lleva el mismo colgante para que el partido vaya mejor, un estudiante que se sienta siempre en fila par para que el examen le salga bien, la de veces que se toca madera, yo misma (que no soy supersticiosa) llevo colgada una virgen en el retrovisor del coche.
La superstición puede afectar a todo tipo de personas y aspectos como el sexo o el nivel cultural no parecen influir significativamente en la presencia de este tipo de ideas. Aunque lo cierto es que las culturas más primitivas participan más de este tipo de conductas.
La superstición puede llegar a ser un problema si esta conducta supersticiosa nos condiciona, limita o influye negativamente en nuestra vida cotidiana.