Es tan común escuchar “¡Mi novio no me quiere tanto como yo a él, a veces prefiere a sus amigos!”, “Hay días en los que no entiendo a mi chica, se enoja porque dice que no la comprendo”.
Éstas son algunas de las situaciones que se dan en la mayoría de las relaciones amorosas porque, mujeres y hombres no se enamoran de la misma manera. Esto no es culpa ni de Cupido ni del corazón, sino del cerebro, encargado de determinar el proceso de enamoramiento.
El amor en los hombres entra por los ojos, son más visuales. Si ven a una mujer que les gusta físicamente, les basta para empezar enamorarse; en cambio, ellas son más sensitivas, además de la atracción física, toman en cuenta la voz, el olor y hasta el humor de la persona.
Aunque ambos géneros por naturaleza pueden ser infieles; en el hombre es más común, ya que la atracción tiene un fuerte componente visual, además de que sus niveles de vasopresina —hormona relacionada con los celos y la infidelidad— se elevan más fácilmente que en los de ellas.
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