domingo, 28 de noviembre de 2010

Consumismo

El consumismo, en cierto modo, impide la solidaridad. Cuando vemos en la televisión anuncios de asociaciones, como el de Anesvad o alguno de esos, muchas veces nos sentimos un poco culpables por no estar ayudando a quien lo necesita pero nos excusamos diciendo o pensando cosas como: “yo no doy porque no tengo, si ni siquiera llego a fin de mes”. Pero eso no es verdad, al menos en la mayoría de la gente, ya que consumimos muchas veces sin necesidad, y si solo consumiéramos lo necesario, o incluso nos diéramos algunos caprichos, a la mayoría de la gente le sobraría mucho dinero para dar a los demás. Esto quiere decir que somos egoístas por naturaleza y que preferimos seguir consumiendo abusivamente a ayudar a los que lo necesitan, así que no vale lo de “es que si doy no me llega” porque en la mayoría de los casos no es verdad.


La verdad es que preferimos un producto de marca conocida que de marca desconocida, uno que salga anunciado en la televisión a otro que no salga, preferimos seguir yendo de compras solo por el placer de comprar, y derrochando en Navidad aunque con esto estemos dejando morir a miles de personas.
La conclusión es que el consumismo en nuestra sociedad ha llegado a un punto en el que todos nos estamos volviendo tan ciegos ante la posibilidad de tener más que no vemos los problemas que esto trae consigo. No vemos que por elegir unas zapatillas u otras puede morir o salvarse una persona. No vemos que hay cosas mucho más importantes que los objetos, ya que hay gente que trabaja innumerables horas sólo por ganar dinero para poder consumir más y más. No vemos lo egoístas que somos. Y no nos damos cuenta que la manera de consumir que tenemos va a llegar a un punto en el que ni siquiera lo podamos controlar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

y vos, con quien colaborás?

Corazamar dijo...

Tengo apadrinado un niño.

Francisco Antonio dijo...

Claro, probablemente si te compras unas nikes se muera un niño tailandés. El mismo que las cosió con sus manitas mínimas. O tu mueble de ikea. Estaría bien, lo digo como consejo de lector, sin ánimos de ofender, que utilizaras fuentes o alguna argumentación sólida que no se basara en la repetición o en asumir verdades que no has probado o no puedes demostrar: "la verdad es que", "esto quiere decir".
Me parece que abusas de tu verdad para transformarla en TU VERDAD, cuando son solo creencias o aproximaciones sin una estructura sólida que podría estar construida en base a no sé, datos aunque sea... pq de lo q hablas es serio y no puedes escribir algo que en intenciones intente serlo pero luego se vea desmoronado por el abuso de la generalización y de otros errores que le quitan peso al contenido y al significado final del texto.

Anónimo dijo...

Soy Francisco Antonio, ¿porqué me has borrado? solo estaba dándote mi opinión con ARGUMENTOS.

Corazamar dijo...

No sé de qué me está hablando usted

Corazamar dijo...

Francisco Antonio, yo a usted no le había borrado(su comentario lo tenía como comentario spam y no lo había visto).
Usted y yo tenemos puntos de vista muy diferentes en lo referente al consumismo, ambos respetables.
Lo que está claro es que si todos fuéramos menos egoístas y más solidarios con los más necesitados, estas personas disfrutarían de los derechos fundamentales que todos tenemos en esta sociedad de consumismo.
El desprecio a la dignidad de los demás son la causa de que todavía no se cumplan los derechos fundamentales y para ayudar a que se respeten estos derechos hay que actuar, participar y cooperar unos con otros.