
Ojalá que esta noche mágica los Reyes Magos carguen en sus camellos un trocito de alegría y otro de esperanza para cada uno de nosotros. Nosotros les esperaremos con toda la ilusión que quepa en nuestros pequeños corazones.
Las personas son más susceptibles de tener supersticiones sobre aquellas cosas que les importan o preocupan y por tanto relacionadas con su modo de vida.
Tomás Tarambana era un niño de plastilina naranja y azul que vivía en un colegio. Aunque tenía muchas cosas buenas, había empezado a perder un poco el respeto a los demás, y cuando su tía Agata, una gran bola de plastilina de colores, le regaló un tambor por su cumpleaños, aquello fue terrible. Daba igual cuánto le pidieran todos que tocara más bajo, o que fuera a hacerlo a otro lugar: Tomás se paseaba por toda el aula aporreando el tambor, sin que las molestias que causaba a los demás le importasen ni un pimiento. Así que el resto de figuritas del aula dejaron de querer jugar con Tomás, y sufrieron mucho con su ruidoso tambor hasta que Coco Sapio, un muñeco listísimo hecho con construcciones, inventó unos tapones especiales para los oidos que dejaban oir los ruidos normales, pero evitaban los más molestos.
El Trauco tiene el aspecto de un hombre de facciones desagradables, de baja estatura, no midiendo màs de 90 cm; y sus piernas tienen sólo muñones (termina en los tobillos), por lo que no tiene pies. Es uno de los personajes más conocidos de la mitología chilota. Es un verdadero fauno, enemigo de los hombres y enamorado de las muchachas, en especial de las vírgenes. Similar al griego Priapo, el enano de los enormes genitales, tiene aspecto deformado y es muy fuerte. Porta una pequeña hacha piedra con la que puede derribar árboles de tres golpes. Algunas veces, en las representaciones folclóricas, el hacha es reemplazada por un miembro viril en erección. Se le adjudica gran potencia y se cree que encontrarlo en el bosque trae alegría en las mujeres y extrañas alteraciones en los hombres.
La Flor de Pascua es originaria de Méjico y fue introducida en los Estados Unidos en 1825 por Joel Robert Poinsett, el primer Embajador de los Estados Unidos en México.




Un día el hijo de un bravo guerrero se enamoró de una joven muy bella y ambos decidieron casarse tras lograr el permiso de sus padres. 

Creo que debe haber pocas mujeres que puedan cumplir con todos esos requisitos, la vieja frase de que nadie es perfecto es una gran verdad, si se tienen tantas expectativas las relaciones están condenadas al fracaso.
